miércoles, 26 de mayo de 2010

MITO

La leyenda del rey de los chanchos


Entre los animales, los chanchos tienen rey. Este es en todo parecido a un hombre muy blanco y bonito y anda por los montes con un bordón de oro en la mano. Vive en un palacio encantado en los altos de Sankrá-ua y en su puerta tiene de guarda un tigre muy grande.

Al rey de los chanchos no le gusta que le flecheen sus súbditos sin matarlos de viaje. Y una vez había en Boruca uno de aquellos que tenía fama de mal flechero y siempre hería los animales sin acabar con ellos. Y un día se fue al monte, encontró una gran manada de chanchos y corrió, corrió sin poder alcanzarlos. Cuando reparó el lugar al que había llegado vio que se había extraviado; siguió andando hasta que llegó a presencia del rey de los chanchos (sini-súj-kra). Este lo agarró y le dijo: ¿Por qué me dañas a todos mrschanchos sin matarlos nunca? ¡Ahora sí que no vuelves a salir de mis manos hasta no haberlos curado a todos! Y allá se quedó mucho tiempo, curando chanchos: y éstos no se dejaban hacer, sino que se revolvían y lo mordían, y él sufrió mil penalidades hasta que por fin se amansaron algo y lo seguían por todos lados.

Cuando ya no se vieron chanchos sin curar, el rey lo llamó a su presencia y le dijo que ya podía irse y que cuidara de no volver a herir chanchos sin matarlos. Y también le señaló todos los que podía matar. Entonces el hombre ese se fue por los montes hasta que dio en el Camarronal (Krámra-ua), donde encontró a algunos compañeros cazando chanchos. Estos cuando veían a su curandero, se volvían muy mansos y no querían irse y él podía matar todos los que tenía señalados.

Y siempre aconsejaba a sus compañeros nunca herir animales, sino matarlos.

martes, 25 de mayo de 2010

POEMA.

He llegado a este mundo imaginando tu ser, ideando tu figura, pero mi mente no ha de formar una descripción tan maravillosa.

Porque no me he de conformar con tan solo esta descripción inconclusa?

Si para mi esta pequeña ideología tuya provoca en mi los sentimientos más profundos.

¡No!

Pero mi corazón no se resigna al hecho de no poder llegar a tenerte en mis brazos, rozar tus labios de miel, sentir tu sutil aroma, el solo anhelo de llegar a reflejar tus ojos en los míos hace que mi corazón se sumerja en un éxtasis infinito.

¿Dónde te puedo encontrar? ¡es lo que no se!, tan solo eres una ilusión inconclusa, un sueño, que me hace feliz pero al la vez me atormenta.

EL FANTASMA DE LA OPERA.

El viejo teatro de la Opera acababa de reanudar sus actividades, todos en la ciudad estaban muy emocionados porque se haría una audición para elegir a las estrellas de la nueva obra.

Victoria, una muy hermosa y joven cantante se preparaba para su prueba de voz. Sin darse cuenta de lo tarde que se había hecho quedó sola en el lugar; de repente sintió la sensación de que alguien la estaba espiando, sin embargo pensó que era imposible y continuó con su ensayo. Pero en ese momento escuchó una bella sinfonía que parecía provenir de los sótanos del lugar.

Estaba atemorizada pero su curiosidad y esa melodía fueron más fuertes que su temor y sin pensarlo más, fue a ver quién era el misterioso músico.

Después de recorrer varios pasillos ya no sabía bien donde se encontraba y fue entonces cuando lo vio. Tenía puesta una larga capa negra y estaba de espaldas a ella, los nervios la invadían y de repente el extraño se volteó hacia ella... ¡OH, no! Una impresionante máscara cubría su rostro y sólo se podían ver sus ojos cargados de horror.


Victoria no pudo soportar lo que estaba viendo y se desvaneció, cuando reaccionó se encontraba prisionera de aquel misterioso ser. Trató de huir pero fue inútil, entonces sin fuerzas para luchar se resignó a estar en esa prisión. A medida que pasaban los días comenzó a darse cuenta de que ese hombre tenía una increíble sensibilidad, y a pesar de su apariencia atemorizante podía inspirar sentimientos muy profundos.




Tenía que averiguar quién se escondía tras esa máscara, esa noche esperó que se sentara a tocar el clavicordio y simuló estar dormida; cuando ese hombre fantasmal estuvo completamente compenetrado con la música, se acercó a él sigilosamente y antes de que pudiera reaccionar arrancó la máscara que le cubría el rostro.

¡Un espantoso grito salió de las profundidades del pecho del hombre, que trató de taparse la cara con las manos!

Los ojos de Victoria no pudieron disimular su espanto y la muchacha salió corriendo y gritando aterrorizada.


El en su desesperación trató de explicarle que era el único sobreviviente del incendio ocurrido años atrás en el teatro y desde entonces había estado allí escondido, hasta que la escuchara cantar, y al verla no pudo dejar de amarla.

La muchacha no pudo resistir seguir mirándolo, entonces el monstruo le gritó que se marchara entregándole las llaves.Cuando salió del teatro pudo ver que las llamas comenzaban a devorarlo, en ese instante se dio cuenta del dolor del pobre hombre enloquecido, pero era demasiado tarde.

El teatro fue reconstruido nuevamente y se dice que por las noches se suele escuchar una extraña melodía y se ve un fantasma rondando por el lugar.


FIN

El buho y el palomo

Érase un búho, dechado
de egoísmo el más perfecto,
de todo siempre esquivado,
cual si diera resfriado
su agrio, antipático aspecto.

"¿Por qué me aborrecerán?"
Dijo irritado y confuso
a un palomito galán.
-"Por culpa tuya", él repuso:
"Ama, oh, búho y te amarán".

El leon y la liebre.

leones1.jpg

Sorprendió un león a una liebre que dormía tranquilamente. Pero cuando estaba a punto de devorarla, vio pasar a un ciervo. Dejó entonces a la liebre por perseguir al ciervo.
Despertó la liebre ante los ruidos de la persecución, y no esperando más, emprendió su huída.

Mientras tanto el león, que no pudo dar alcance al ciervo, ya cansado, regresó a tomar la liebre y se encontró con que también había buscado su camino a salvo.

Entonces se dijo el león:

-- Bien me lo merezco, pues teniendo ya una presa en mis manos, la dejé para ir tras la esperanza de obtener una mayor.

Si tienes en tus manos un pequeño beneficio, cuando busques uno mayor, no abandones el pequeño que ya tienes, hasta tanto no tengas realmente en tus manos el mayor.


FABULAS

la gallina de los huevos de oro.
gallina.gifÉrase una gallina que ponía
un huevo de oro al dueño cada día.
Aún con tanta ganancia, mal contento,
quiso el rico avariento
descubrir de una vez la mina de oro,
y hallar en menos tiempo más tesoro.
Matóla; abrióla el vientre de contado;
pero después de haberla registrado
¿qué sucedió? Que, muerta la gallina,
perdió su huevo de oro, y no halló mina.
¡Cuántos hay que teniendo lo bastante,
enriquecerse quieren al instante,
abrazando proyectos
a veces de tan rápidos efectos,
que sólo en pocos meses,
cuando se contemplaban ya marqueses,
contando sus millones,
se vieron en la calle sin calzones!